Descripción
MANGUERAS PARA CACHIMBAS Y SHISHAS CARBONO
MANGUERAS PARA CACHIMBAS Y SHISHAS CARBONO de silicona, de una longitud aproximada de 150 cm, diseñada para todos los conectores,
muelles y boquillas de cachimbas y shishas, tiene un el diámetro perfecto para aportar muy poca restricción en la fumada. La superficie tiene un primer
tacto suave y ligero simulando el efecto carbono. La manguera de silicona tiene una forma cilíndrica adecuada para un mejor manejo. El material con el
que está fabricado tiene una calidad premium, creada mediante el uso de los mejores materiales, realizado con silicona de una alta calidad, nuestras
mangueras de silicona no solo tienen un aspecto sugestivo también tienen una alta resistencia y larga durabilidad en su deterioro, además tiene un efecto
repelente de la suciedad, lo que proporciona una mayor facilidad para su limpieza. Nuestras mangueras para cachimbas y shishas son 100% compatibles
con todas las boquillas usuales para cachimbas y shishas. Para su uso se debe conectar un extremo de la manguera en el conector y el extremo opuesto en
la boquilla, si posees algún muelle o similar, debes tener en cuanta su diámetro y previa inserción. Tiene una fácil limpieza, la manguera de silicona para
cachimbas y shishas se puede limpiar perfectamente con agua tibia y por lo que te permite una limpieza bastante sencilla. Proporciona el tamaño ideal con
una longitud de 150 cm y el diámetro interior de 11 mm.
LIMPIEZA DE MANGUERAS PARA CACHIMBAS Y SHISHAS CARBONO
Generalmente, al estar fabricadas con silicona que es un material muy fácil de lavar, con hacerle pasar por el interior de la manguera un chorro de agua
tibia conseguiréis quitarle el sabor y olor que deja la melaza. Si queréis darle una limpieza mas profunda por que el olor y sabor persisten y hacen mas
difícil tu fumada, nuestra recomendación es que:
- Uses un par de disparos de producto de limpieza en spray.
- Lo dejes pasar por todo el interior de la manguera y le des unos minutos para que ocasione efecto.
- Posteriormente aclararlo con abundante agua haciéndola pasar otra vez por su interior, para evitar que queden restos del producto y finalmente dejarlo secar.